El poder de jugar simple: Por qué tu bebé necesita menos para aprender más

¿Te ha pasado? Comprás un juguete que hace luces, suena, baila y hasta habla… y tu bebé se entretiene más con la caja. Spoiler: ¡es completamente normal! En un mundo donde los juguetes vienen con apps, sensores y música automática, la ciencia nos demuestra que la clave del desarrollo infantil no está en la cantidad, sino en la calidad. Las investigaciones más recientes confirman que menos juguetes, elegidos con propósito, pueden hacer toda la diferencia.

Por Little Honey Boo

7/15/2025

1. El juego simple despierta la imaginación

Los juguetes demasiado estructurados o con “todo resuelto” no dejan espacio para que el bebé explore. En cambio, un aro de madera, una pelota sensorial o una torre para apilar invitan a experimentar, descubrir, lanzar, repetir… aprender.

Maria Montessori lo observó hace más de 100 años: el niño necesita libertad para crear, no distracción constante. Los juguetes simples fomentan la exploración natural y permiten que el niño sea el protagonista de su aprendizaje.

2. La ciencia confirma: demasiados juguetes abruman

En algunas investigaciones se ha descubierto que cuando los niños pequeños tienen menos juguetes disponibles (4 en lugar de 16, por ejemplo), juegan por más tiempo, con más enfoque y creatividad. Los niños con menos juguetes juegan el doble de tiempo con cada juguete y muestran interacciones más sofisticadas.

Más no siempre es mejor.

Menos opciones = más concentración = juego más profundo.

Tip Little Honey Boo: rotá los juguetes cada semana. No necesitás más, solo ofrecerlos en momentos distintos.

3. Los mejores juguetes no hacen todo solos

Un juguete que suena con solo apretarlo puede entretener… pero no enseña cómo hacerlo sonar por sí solo. Los juguetes ayudan a estimular el desarrollo de cualidades creativas. Juego y creatividad son conceptos que se encuentran estrechamente unidos.

Elegí juguetes que inviten a la acción: encajar, empujar, arrastrar, apilar o abrir. Los materiales naturales conectan a los niños con su entorno y suelen ser más seguros y duraderos.

Algunos de nuestros favoritos:

- Libros de tela sensorial

- Arcos de madera tipo arcoíris

- Cubos apilables de silicona o madera

- Pelotas sensoriales suaves

4. El vínculo se crea jugando juntos

No necesitás mil juguetes para generar experiencias valiosas. A veces, una bandeja sensorial con arroz o una caja de permanencia compartida con mamá o papá vale mucho más que cualquier juguete musical.

Recordá: el mejor juguete que tiene tu bebé… sos vos.

5. Un hogar Montessori-friendly: intencional, no perfecto

El enfoque Montessori busca ambientes simples y funcionales, donde los bebés puedan moverse libremente, elegir con qué jugar y descubrir a su ritmo.

No necesitás una habitación especial ni productos caros.

Un rincón con 3 o 4 juguetes accesibles, una alfombra y luz natural es más que suficiente.

Cómo crear un espacio de juego Montessori-friendly en casa

  1. Elegí un rincón tranquilo: con luz natural y lejos de pantallas.

  2. Mostrá los juguetes: usá cestas o bandejas, no cajas donde todo se pierde.

  3. Pocos juguetes a la vez: máximo 4, y rotalos según el interés.

  4. Que sea accesible y cómodo: poné una alfombra o colchoneta para moverse libremente.

  5. Fomentá la independencia: observá sin interrumpir; el juego libre es donde más aprenden.

En resumen

El juego no necesita ser ruidoso, brillante ni costoso para ser valioso. A veces, lo más simple es lo más poderoso.

Con menos juguetes y más intención, no solo ayudás al desarrollo de tu bebé, sino que también creás un espacio más tranquilo, ordenado y conectado.

Y si necesitás ayuda para empezar, en Little Honey Boo estamos para acompañarte en cada etapa. 🌿💛

Referencias

-Estudio Universidad de Toledo: Investigación publicada en Infant Behavior and Development (2018) demostró que los niños con menos juguetes (4 vs 16) jugaron el doble de tiempo con cada juguete y mostraron interacciones más sofisticadas y creativas.

- Investigación Montessori: Estudios publicados en Science, Frontiers in Psychology y Child Development respaldan el enfoque Montessori como efectivo para el desarrollo infantil, especialmente en poblaciones diversas.

- Neurociencia del juego: Investigaciones en contextos reales han demostrado que ambientes simples, con libertad para explorar, favorecen la concentración, la creatividad y el aprendizaje autónomo.